El dolor de cervicales o cervicalgia normalmente se produce como consecuencia de una mala postura, o un mal movimiento, lo que lo convierte en uno de los dolores más extendidos entre la población. Por ello, desde Clínicas Retiro queremos contarte todo lo que necesitas saber sobre esta afección, cuales son sus síntomas, sus causas, sus principales tratamientos, y como prevenirla.
¿Qué es el dolor de cervicales o cervicalgia?
La cervicalgia es un dolor que afecta principalmente a la zona de la nuca y las vertebras cervicales. Este dolor se puede extender por toda la zona, llegando a afectar al cuello, la cabeza o las extremidades superiores, limitando la movilidad y el desempeño de distintas actividades de la vida cotidiana.
Este dolor suele producirse por anomalías en las partes blandas, músculos, discos y nervios de las vértebras cervicales. Que se ven afectadas por traumatismos, o por el deterioro progresivo de la zona.
Es importante explicar que la columna cervical es una de las zonas más flexibles de la columna vertebral. Por ello, es frecuente que aparezca el dolor en esta zona. En algunas ocasiones se trata de un dolor localizado en la zona del cuello, y en otras ocasiones se extiende por toda la zona, llegando a producir el adormecimiento de las manos e incluso nauseas o mareos.
¿Qué produce el dolor de cervicales o la cervicalgia?
Con frecuencia el dolor de cervicales suele producirse por una mala postura corporal. Aunque existen otras causas como los traumatismos o la una mala oclusión mandibular, que pueden generar tensión en los músculos del cuello, lo que desemboca en un bloqueo de las vértebras cervicales.
En algunos casos el dolor perdura tanto en el tiempo, que se convierte en un dolor crónico por desgaste de las vértebras, o también conocido como artrosis cervical. Si el dolor que se produce es por presión en el disco intervertebral se produce una hernia cervical.
Algunas enfermedades inflamatorias como la como la artritis reumatoide también pueden provocar la aparición del dolor de cervicales. Incluso el estrés puede provocar tensión muscular y el bloqueo de las vértebras cervicales generando la dolencia.
Otra de las causas de la cervicalgia puede ser las contracturas musculares. Estas pueden surgir como consecuencia de un latigazo cervical, como los que se producen en los accidentes de tráfico. En este tipo de casos, normalmente con el uso de un collarín que inmoviliza la zona durante algunos días se consigue mejorar y tratar la afección.
¿Cómo se diagnostica el dolor cervical?
Para realizar un diagnóstico del dolor cervical es preciso realizar una historia clínica completa. Para ello se realiza una valoración de la postura, movilidad cervical y de zonas dolorosas; además de una evaluación del funcionamiento de los nervios y músculos de las extremidades.
En la mayoría de los casos con radiografías se puede realizar un diagnostico que ayuda a determinar la causa del dolor cervical y por lo tanto de puede prescribir un tratamiento adecuado.
En los casos en los que con la radiografía no se puede diagnosticar el origen de la cervicalgia, se deben realizar otro tipo de pruebas como el TAC, RMN o la electromiografía. De esta forma se consigue analizar la situación de los músculos y de los nervios de la zona cervical.
¿Qué tratamientos existen para el dolor cervical o cervicalgia?
Para tratar la cervicalgia existen distintos tratamientos que puedes realizar para acabar con el dolor de cervicales.
El tratamiento fisioterapéutico es muy efectivo a la hora de controlar y tratar las molestias cervicales. Gracias a la fisioterapia se consigue relajar los músculos y mejorar la movilidad de la zona, con masajes en el cuello y con terapias locales de calor.
Otra de las medidas que se pueden tomar para aliviar el dolor cervical es darse duchas con agua caliente a presión en la zona del cuello y los hombros durante 10 minutos al día por las mañanas. Y después realizar estiramientos del cuello durante otros 15 minutos.
También es muy útil la aplicación de calor seco en la zona, a lo largo del día, para reducir el dolor cervical. Además, es recomendable mantener una buena postura corporal, sentándose con la espalda recta, y evitando levantar pesos.
El consumo de fármacos como los analgésicos o los antinflamatorios también son una buena opción para reducir el dolor de la zona cervical. Recuerda que esta opción siempre debe estar prescrita y supervisada por un médico.
Recuerda que en Clínicas Retiro somos expertos en tratamientos para el dolor de cervicales. Si tienes una lesión como la cervicalgia no dudes en visitarnos, realizaremos una valoración de tu caso y te ayudaremos en lo que necesites para que tengas una rápida recuperación. Si quieres pedir una cita con nuestros profesionales, no dudes en contactarnos.
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